Viola da Gamba, Clavecín, éstos se lucieron en la música francesa del siglo XVIII, décadas previas a la toma de la Bastilla, sugieren fiestas palaciegas, banquetes con todo el derroche de la buena comida, el fastuo de unos pocos: la nobleza.
El lunes 21 de enero de 2008, conocí algo de la obra de Jean- Philippe Rameau,(1683-1764) compositor francés, topé con él a través de la búsqueda que realicé en una famosa librería en Plaza Las Américas que sin ánimos de publicidad nos permite acceder fuera del ámbito cibernético a piezas magistrales tanto en la literatura como a los mélomanos que buscamos incansablemente vías para intentar satisfacer esta incontenible obsesión por el registro musical inusual.
Sí hay vida más allá de Bach,Corelli o Vivaldi, en cuanto a la excelencia y plasticidad de la viola da gamba, así fue como localicé al hasta ayer desconocido por mi Rameau. En la palabra clave de la base de datos escribí el nombre de este: uno de mis instrumentos predilectos, su versatilidad acústica nos lleva por pasajes claros, oscuros, cual rayos de sol o nubes en claro de luna.
Mi primera experiencia auditiva fue hace años con la música de Saint-Colombe, interpretada por la virtuosa Hille Perl. Adoro la austeridad de estas composiciones. La obra musical de este maestro fue desenpolvada por el filme de Tout les Matins du Monde, la cual recomiendo. Recomiendo del Sello Arte Nova Classics: Jean Philippe Rameau, Classics Pièces de Clavecin en Concerts a cargo del Trio Arcangello Corelli.
Viola da Gamba, Clavecín, éstos se lucieron en la música francesa del siglo XVIII, décadas previas a la toma de la Bastilla, sugieren fiestas palaciegas, banquetes con todo el derroche de la buena comida, el fastuo de unos pocos: la nobleza.
El lunes 21 de enero de 2008, conocí algo de la obra de Jean- Philippe Rameau,(1683-1764) compositor francés, topé con él a través de la búsqueda que realicé en una famosa librería en Plaza Las Américas que sin ánimos de publicidad nos permite acceder fuera del ámbito cibernético a piezas magistrales tanto en la literatura como a los mélomanos que buscamos incansablemente vías para intentar satisfacer esta incontenible obsesión por el registro musical inusual.
Sí hay vida más allá de Bach,Corelli o Vivaldi, en cuanto a la excelencia y plasticidad de la viola da gamba, así fue como localicé al hasta ayer desconocido por mi Rameau. En la palabra clave de la base de datos escribí el nombre de este: uno de mis instrumentos predilectos, su versatilidad acústica nos lleva por pasajes claros, oscuros, cual rayos de sol o nubes en claro de luna.
Mi primera experiencia auditiva fue hace años con la música de Saint-Colombe, interpretada por la virtuosa Hile Perl. Adoro la austeridad de estas composiciones. La obra musical de este maestro fue desenpolvada por el filme de Tout les Matins du Monde, la cual recomiendo. Recomiendo del Sello Arte Nova Classics: Jean Philippe Rameau, Classics Pièces de Clavecin en Concerts a cargo del Trio Arcangello Corelli.
José G. Santos Vega
El lunes 21 de enero de 2008, conocí algo de la obra de Jean- Philippe Rameau,(1683-1764) compositor francés, topé con él a través de la búsqueda que realicé en una famosa librería en Plaza Las Américas que sin ánimos de publicidad nos permite acceder fuera del ámbito cibernético a piezas magistrales tanto en la literatura como a los mélomanos que buscamos incansablemente vías para intentar satisfacer esta incontenible obsesión por el registro musical inusual.
Sí hay vida más allá de Bach,Corelli o Vivaldi, en cuanto a la excelencia y plasticidad de la viola da gamba, así fue como localicé al hasta ayer desconocido por mi Rameau. En la palabra clave de la base de datos escribí el nombre de este: uno de mis instrumentos predilectos, su versatilidad acústica nos lleva por pasajes claros, oscuros, cual rayos de sol o nubes en claro de luna.
Mi primera experiencia auditiva fue hace años con la música de Saint-Colombe, interpretada por la virtuosa Hille Perl. Adoro la austeridad de estas composiciones. La obra musical de este maestro fue desenpolvada por el filme de Tout les Matins du Monde, la cual recomiendo. Recomiendo del Sello Arte Nova Classics: Jean Philippe Rameau, Classics Pièces de Clavecin en Concerts a cargo del Trio Arcangello Corelli.
Viola da Gamba, Clavecín, éstos se lucieron en la música francesa del siglo XVIII, décadas previas a la toma de la Bastilla, sugieren fiestas palaciegas, banquetes con todo el derroche de la buena comida, el fastuo de unos pocos: la nobleza.
El lunes 21 de enero de 2008, conocí algo de la obra de Jean- Philippe Rameau,(1683-1764) compositor francés, topé con él a través de la búsqueda que realicé en una famosa librería en Plaza Las Américas que sin ánimos de publicidad nos permite acceder fuera del ámbito cibernético a piezas magistrales tanto en la literatura como a los mélomanos que buscamos incansablemente vías para intentar satisfacer esta incontenible obsesión por el registro musical inusual.
Sí hay vida más allá de Bach,Corelli o Vivaldi, en cuanto a la excelencia y plasticidad de la viola da gamba, así fue como localicé al hasta ayer desconocido por mi Rameau. En la palabra clave de la base de datos escribí el nombre de este: uno de mis instrumentos predilectos, su versatilidad acústica nos lleva por pasajes claros, oscuros, cual rayos de sol o nubes en claro de luna.
Mi primera experiencia auditiva fue hace años con la música de Saint-Colombe, interpretada por la virtuosa Hile Perl. Adoro la austeridad de estas composiciones. La obra musical de este maestro fue desenpolvada por el filme de Tout les Matins du Monde, la cual recomiendo. Recomiendo del Sello Arte Nova Classics: Jean Philippe Rameau, Classics Pièces de Clavecin en Concerts a cargo del Trio Arcangello Corelli.
José G. Santos Vega
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