Sígueme
En tus profundidades
encuentro el camino.
Mi alma se desnuda
ante tanta belleza,
Es el camino exacto;
el que yo he escogido,
para bañarme en la aguas
ricas de tu nobleza.
…
Yo sé que Tú me esperas
y mi alma se inquieta.
Te prometo que pronto
jugaré yo contigo;
esa nobleza tuya
que me da tu grandeza
es mi llave a tu mundo,
mi fantasía, mi riqueza.
…
En la otra orilla está tu barca,
esperando algún día
que se llene de hambrientos,
de bondad y de amor;
de ese amor tan puro
que un día nos regalaste
al crear este mundo
para vivir mejor.
…
Tu abundancia de amor
es tu mejor tesoro,
que columpia en las aguas;
y como buen pescador,
esperando que todos
vengan a esta orilla,
te quedas pensativo
con la plegaria en boca
y el corazón ansioso,
esperando el perdón.
…
Gracias, por permitirme
No caminar en sombras,
poder fortalecerme
y siempre ver tu luz.
Brillar como una estrella,
ser apasible y cálida,
ser flor en primavera
y un pájaro que canta
trayendo la alegría
a todo corazón.
…
Ahora, soy el Àngel
que Tú me prometiste,
y el don que Tú me diste
se convirtió en amor.
Mi pesca será rica,
los frutos serán grandes,
y tu barca en espera
comenzará su viaje
por ese camino
que nos regalaste,
que diste con tu vida
para la salvación.
Por: Mildred López Martínez
Septiembre 20
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